Las 9 pesadillas más tenebrosas de un programador

Publicado por Ana Junquera en

Tiempo de lectura: 3 minutos

Las 9 pesadillas más tenebrosas de un programador

Aunque Halloween solo dura un día, hay pesadillas que se repiten todo el año. Si te dedicas al mundo de la programación, seguro que hay sustos, miedos o temores a los que tienes que enfrentarte a diario.

No podemos evitar que tengas miedo a los fantasmas, las arañas o los espíritus, pero podemos ahorrarte algún que otro quebradero de cabeza y ayudarte a resolver algunas de las pesadillas que te quitan el sueño.

Las 9 pesadillas más tenebrosas de un programador...¿cuál es la tuya?

1. Tener que resolver la pesadilla de otro

Te acabas de incorporar a un nuevo proyecto, has de continuar con el trabajo que ha empezado otro desarrollador y, ¡sorpresa! tienes que descifrar líneas de código ajenas o te encuentras con una documentación inexistente. ¿Te suena esta situación?

Hay desarrolladores, al igual que escritores, que tienen su propio estilo de codificación. Seguro que la próxima vez que tengas que documentar tu código (aunque hacerlo pueda suponer otra pesadilla) te lo pensarás dos veces. ¡Se solidario! 

2. Hacer preguntas con respuestas fantasma

Cuando tienes que resolver alguna duda o estás en apuros lo primero que se te viene a la mente es preguntar al todopoderoso Internet, ¡imposible no encontrar respuesta! 

Entras en foros como Stack Overflow o Github y encuentras preguntas similares pero con cero respuestas, o nadie te responde a la que formulas. En estos casos, recuerda que hubo un tiempo en el que no existía Internet, así que toca echar mano de tu propia lógica y de tu experiencia.

3. Corregir un error y que aparezcan otros 10

Después de teclear horas y horas para solventar un error en tu código, al fin consigues solucionarlo. Todo es alegría hasta que descubres que han aparecido otros 10 errores nuevos.

¡Que no cunda el pánico! Para prevenir esta pesadilla puedes usar GIT, un software de control de versiones que te permite volver al registro anterior antes de que te de un ataque.

4. Enviar información al más allá

No importa lo experto que seas, perder información de forma inesperada y echar a perder horas de trabajo es un temor para la mayoría de desarrolladores.

El código puede desaparecer por varias razones: bugs maliciosos, hackeos…o simplemente por no guardar los archivos. Para prevenir males mayores, acostúmbrate a hacer copias de seguridad cada vez que hagas cambios significativos.

5. Perder el tiempo pensando en las musarañas

Nuestra capacidad de concentración es cada vez más reducida y, ante la multitud de estímulos que nos rodean a diario, es muy sencillo distraernos y perder un tiempo valioso.

Una manera de ser más productivo es usar la técnica de Pomodoro: trabaja en periodos de concentración de 20-25 minutos, y prémiate con 5 de descanso. Extensiones de Chrome como Marinara te permiten ponerla en práctica.

6. Ser una momia tecnológica

En el sector IT lo que se usaba hace 5 años puede que ya no se utilice o ¡peor aún! que ni exista. La velocidad con la que se actualizan las tecnologías es tan alta que es fácil quedarse obsoleto. 

Para no caer en esta pesadilla, es importante que aprendas a elaborar tu propia red de aprendizaje continuo. Si, por ejemplo, quieres estar al día sobre qué lenguajes de programación son los más demandados, puedes consultar el Tiobe Index, un índice de referencia que se actualiza cada mes.

7. Explicar tu trabajo a gente corriente

Dicen que la programación es el nuevo lenguaje del siglo XXI. Y claro, explicarle a algún compañero que no está inmerso en el mundo del código lo que haces o el por qué, a veces puede resultar frustrante.

De ahí que sea importante que, además de dedicar tiempo a tu formación técnica, desarrolles tus soft skills: habilidades como la comunicación, la empatía o la asertividad, que te ayudarán a hacerte entender entre los mortales.

8. Convertirte en un zombi

Factores como las prisas, el estrés o la abundancia de dispositivos electrónicos, pueden hacer que nos olvidemos de que no solo trabajamos con una mente, también con un cuerpo.

Si no quieres acabar convertido en un zombi, es importante que aprendas a gestionar tu nivel de energía, prestando atención a las tres palancas del bienestar: la alimentación, la actividad física y el descanso.

9. Caer en el síndrome del "burn out"

Toda mente pensante necesita trabajar en proyectos interesantes y retadores para que evitar caer en la desmotivación y la desgana, un síndrome conocido como «burn out».

Tenemos la solución para ello: echa un vistazo a nuestras oportunidades profesionales, y encuentra proyectos con las que dar un impulso a tu carrera. 

¿Tienes alguna otra pesadilla como programador que te apetezca compartir con nosotros? ¡Dejala en comentarios!


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